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Podría referirme a esta “duradera” locura de 100 km como una proeza jamás imaginada para mí. Podría contar lo bien que alzamos nuestro vuelo en la salida, y que alada a alada remontamos 148 posiciones en la segunda etapa, la más dura de todas. Podría contaros como cantábamos o jugábamos por el camino para desafiar el paso del tiempo y hacer que corriera a nuestro favor. De que los últimos 20 km fue el llano más costoso de recorrer de la historia con fuerzas centrípetas que impedían avanzar. También que perdimos 55 posiciones en las últimas horas, que fueron eternamente largas. De cómo traté de manipular mi pensamiento cuando faltando 9 km para el final me decía: «aún queda mucho». Cómo, sin razón conocida, en los últimos 5 km recuperé energía milagrosamente y volé junto a mis PinchaWalkers.

Pero prefiero relataros mis pasos por el TrailWalker como algo mucho más que una experiencia física. Porque esos malditos (y benditos) 100 km son algo mucho más inmenso: un camino de aprendizaje.

Aprendes…

1. Que no importan los kilómetros pasados y tampoco importan los kilómetros que vienen. Caminas y avanzas. Porque mientras sumas instantes escribes el resultado.

2. Que esto no va de llegar antes, va de llegar saciados. Llenos de experiencias, de risas, de bromas, de historias y de satisfacción por nuestro equipo.

3. Que empiezas siendo un equipo y acabas siendo una familia, sintiéndote como en casa.

4. Que la fuerza de todos nos multiplica. Y más cuando tu familia PinchaWalker está integrada por grandes personas con grandes corazones.

5. Que nuestros pasos responden al impulso de nuestro instinto, porque no entiendes qué haces aquí andando sin fin, hasta que no llegas a la meta.

6. Que olvidarás lo malo y conservarás lo bueno.

7. Que todo deja huella, hasta la más mínima pisada. Mejor que la tuya sea tu orgullo.

8. Que en los límites es cuando comprendes qué lo realmente esencial del reto es inexplicable, y eso te parece muy auténtico.

9. Que no siempre se consigue, pero cuando comienzas ya no importa. Estaréis juntos porque en el progreso está el logro.

10. Que afrontar un reto y sobrepasar tus límites, es alimentar tu experiencia.

11. Que los ingredientes para tu victoria no son otros que la alegría, la simpatía, la felicidad y el amor.

12. Que las personas SOMOS extraordinarias.

Aprende. Busca tu desafío. No importa cuál. Cree que puedes. Avanza hasta el cómo y enfréntate a él. Da miedo. Ríete. Y echa a volar.