En los últimos meses hemos conocido diferentes casos; desde la imposibilidad de difundir tutoriales de educación sexual en Youtube (y los peligros que ello conlleva) hasta la hematofobia de los censores de Instagram, a los que les pareció ofensivo una foto de una mujer con la menstruación.

Si en nuestro día a día como meros usuarios de las redes sociales ya sufrimos las intransigencias de la aplicación de las normas de uso, con el desarrollo de nuestras labores como community managers o social media managers no iba a ser diferente. En particular, desarrollar campañas de PPC en Facebook Ads se puede convertir en un auténtico calvario si no te sabes la normativa al dedillo o, lo que es peor, si la persona a la que le ha tocado revisar tus anuncios tiene poca mano izquierda. Por eso, hoy os traemos 3 must know que todos debemos tener en cuenta a la hora de desarrollar una campaña en Facebook Ads sin que un “vigilante de la moral” le corte las alas:

Texto en las imágenes, el justo y necesario: se te ha ocurrido una creatividad que es la bomba, le pides al diseñador/a que haga realidad tu fantasía, subes la imagen a tu nuevo anuncio en Facebook y… ¡Zas! Tu anuncio es cancelado porque el texto supera el 20% del espacio de la imagen. Así que sé escuet@ o usa tamaños de tipo humildes o ambas cosas.
Las pieles son pecado: una de las normas más ambiguas e imprecisas de las políticas de Facebook Ads acostumbra a rechazar anuncios si en la imagen se ve “demasiada piel”. Con este extraño eufemismo Facebook Ads controla el octanaje sexual de sus anuncios. Pero, ¿son los anuncios de ropa de baño, tratamientos estéticos o gimnasios considerados contenido sexual? En ocasiones, lo son. Para intentar evitar estas situaciones, haz que tu publicidad sea explícita en el tipo de servicio que ofreces y, por supuesto, reclama al servicio publicidad de Facebook para una segunda revisión.
Control + Imprimir pantalla, tu mejor aliado: como ya hemos dicho, la ambigüedad es uno de los mayores problemas de las políticas de Facebook. Por eso, en ocasiones encontrarás publicidad de otras empresas en las que la norma no se ha aplicado con la misma rigidez que con tus campañas. Haz capturas y guárdalas en un lugar seguro, serán tu mejor defensa a la hora de reclamar la revisión de tus propios anuncios.

Corren malos tiempos para la libertad de expresión en la red. Internet, la herramienta que iba a democratizar el flujo de información, se ha convertido en un arma de doble filo y uno de los motivos principales son las políticas de publicación y uso de las diferentes redes sociales. Estas políticas y las normas que las conforman –así como las personas que las aplican- están lejos de resultar flexibles, lo que provoca que en determinadas ocasiones salte la liebre.