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La identidad visual corporativa recoge una serie de elementos fundamentales para una empresa. Es la forma en la que presenta visualmente su marca al mundo, resumiendo los valores y objetivos de esa organización. Es vital para lograr una comunicación coherente y diferenciada de la de sus competidores y ser percibida correctamente por los distintos públicos.
El elemento más importante sobre el que pivota una identidad visual, es lo que comúnmente conocemos como el logotipo o “logo”. Si profundizamos en la terminología, un logotipo es cuando solo usamos texto para crear una marca, mientras que si utilizamos una imagen, se denomina símbolo o isotipo. Cuando una marca presenta la combinación de ambos, podemos llamarlo logosímbolo o imagotipo. Así pues, vamos a comentar las 4 características fundamentales, en las que coinciden la mayoría de diseñadores y estudiosos, que debe reunir un buen diseño de marca: – Debe ser memorable: El público ha de recordarlo, debe contener algún rasgo haga que se quede “grabado” en la mente de las personas. Para ello, un factor importante es la simplicidad y limpieza, ya que las personas tendemos a recordar antes las figuras simples e impactantes que las recargadas y confusas. – Debe ser único: Debe ser original y creado a la medida de la marca a la que pretende representar. En un mundo saturado de estímulos visuales, debe diferenciarse de los demás. Hay que olvidarse de las fórmulas trilladas y buscar algo realmente original, aunque esto quizá sea la parte más difícil a la que se enfrenta un diseñador. – Debe ser adaptable: Formalmente ha de reunir una serie de características que permitan adaptarlo a distintos medios y soportes. Debe poder reproducirse fielmente en distintos tamaños, así como sobre un fondo blanco o negro. Es cierto que a veces no será posible, pero en cada caso el diseñador debe prever unos mínimos ajustes para poder adaptarlo, llegado el caso, tanto a un anuncio a todo color en una valla, como en una página web, en un móvil o en una fotocopia en blanco y negro, por ejemplo. – Debe perdurar en el tiempo: Un buen logotipo no está sujeto a modas o tendencias pasajeras. Si nuestra marca necesita un restyling cada poco tiempo, es que algo no funciona. En nuestro día a día podemos encontrar excelentes marcas cuya identidad fue creada mucho tiempo atrás y todavía siguen vigentes y en forma, como por ejemplo los logotipos de Coca-cola o el “I love NY”, creado por Milton Glaser en 1975. Estos cuatro principios son los que aspiramos cumplir en la agencia digital pinchaaqui.es cada vez que afrontamos el diseño de una identidad visual corporativa. Aunque, claro está, hay factores que escapan del control del equipo creativo y que solo el tiempo podrá juzgar.