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Trailwalker 2017, simplemente un baño de realidad, un precioso retrato de nuestras vidas, de nuestro día a día. Son muchas las ocasiones en las que suelo decir que a esta vida solo le puedo dar las gracias por todo lo que me ha dado y me da día a día. Entre las cosas que me ha ofrecido está un maravilloso equipo, personas de una calidad humana infinita, con las cuales tengo el privilegio de compartir mucho más que una meritoria prueba de superación y solidaridad.

Muchas veces me pregunto por qué suceden ciertas cosas, si son causalidad o casualidad, no soy capaz de encontrar una respuesta lógica, pienso que lo he buscado, que puse la primera piedra para que esto sucediese, pero un baño de humildad me dice que no hubiera sido jamás de imaginar gente tan maravillosa con la que compartir mis sueños.

Trailwalker nos ha llevado en muchos momentos al límite, hemos sufrido, reído, llorado, compartido y sobre todo hemos luchado unidos, con ilusión, por un mismo objetivo que nos ha colmado de satisfacción, pero al mismo tiempo no ha sido capaz de saciarnos, nos ha empujado a querer más, a exigirnos nuevos retos que nos hagan mejores, que forjen el capítulo de efemérides de nuestras vidas.

En el apartado más personal debo decir que sufrí y sufrí mucho más de lo que había podido imaginar, pero si algo creo que me define y se me debe exigir en mi posición, es lucha, entrega, determinación por alcanzar la meta, porque en definitiva todo esfuerzo vale la pena si es con vosotros.

Mis palabras, como no podía ser de otra forma, solo son de felicidad y agradecimiento a todos los camináis a mi lado en esta prueba llamada Pinchaaqui.es.